Blogger Template by Blogcrowds

Corazón II

A Gastón, por supuesto.

Fui a visitar tu pequeña y horrible casa eterna. Lamento que no sepas de mi, yo te pienso y, a menudo, te miro y te amo. Ojalá nos encontremos algún día, así me contás cómo es eso de que nos dejaste. Acá se quedaron todos un poco resentidos por éso, pero logro entenderte ahora que mi alma creció (cumplo la mayoría de edad en un par de semanas).
Mamá lloraba y yo no entendía mucho. Hablamos. Habían considerado mi edad apropiada para charlar. Igual, yo no hablé, ni cambié mi cara. Una vez, fui a tu casa a buscarte, a hablarte, pero sin coraje me alejé de vos con verguenza y volví.
Volví a mi más repugnante hogar, con la cabeza gacha esperando que el cielo te mande de nuevo.


Idd*

0 comments:

Newer Post Older Post Home